Laringotraqueitis Aguda

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Laringotraqueitis Aguda 2017-01-19T15:43:41+00:00

LARINGOTRAQUEITIS EN NIÑOS

INTRODUCCIÓN – El término laringotraqueitis o laringotraqueobronquitis se utiliza para describir una variedad de enfermedades respiratorias en niños. La mayoría ocurren en niños entre 6 meses y 3 años de edad, y es infrecuentemente verla en niños por encima de los 6 años. Es más común en el otoño y primeros meses de invierno. Es ligeramente más frecuente en niños que en niñas.

CAUSAS – La causa más común de laringotraqueitis es una infección viral (tal como influenza o parainfluenza) que produce tumefacción de la laringe y tráquea. Sin embargo, la infección con estos virus es común y la mayor parte de los niños no desarrollan laringotraqueitis.

El virus infecta la nariz y la garganta inicialmente, y entonces se extiende desde el tracto respiratorio superior a la laringe y tráquea (ver figura 1). Así como la infección progresa la tráquea se vuelve tumefacta, con obstrucción del espacio disponible por donde el aire entra a los pulmones (ver figura 2).

La infección bacteriana de las mismas zonas puede ocurrir durante la infección viral. La co-infección bacteriana es frecuentemente más severa y requiere un tratamiento diferente al de una infección viral.

SÍNTOMAS – La laringotraqueitis es frecuentemente leve, y dura menos de una semana, aunque es posible que los síntomas se vuelvan severos y que pueden amenazar la vida. Los síntomas comúnmente empiezan gradualmente, comenzando con irritación nasal, congestión, y descarga, la cual progresa después de 12 a 48 horas teniendo dificultad para respirar, una tos característica, tos ladrido, y ronquera. Los síntomas son comúnmente peores por la noche.

La mayoría de los niños tienen fiebre, la cual puede ser suave (38º) a muy elevada (40.5º). Otros síntomas tales como un rash cutáneo, enrojecimiento de los ojos (conjuntivitis), y se puede desarrollar tumefacción de los ganglios linfáticos, dependiendo de los virus que causan la enfermedad. Puede ocurrir deshidratación si el niño no es capaz de beber líquidos suficientes.

Así como la vía aérea se estrecha, la respiración se hace ruidosa y de alta tonalidad (llamada estridor) y el niño puede respirar más rápido; el niño puede volverse inquieto o ansioso (agitado) así como la respiración se vuelve más difícil. La agitación puede aumentar la obstrucción, la cual lleva a una respiración más difícil incluso y a más agitación. El esfuerzo requerido para respirar es más duro, y el niño puede volverse cansado e incapaz de respirar por si mismo o por ella misma en los casos severos.

Pueden desarrollarse niveles bajos de oxígeno (llamada hipoxia) y la piel teñida de azul (llamada cianosis) así como el flujo aéreo a los pulmones disminuye. La cianosis puede notarse primero en los dedos y uñas de los pies; lóbulos de las orejas; punta de la nariz, labios, lengua, y por dentro de la mejilla.

Contagiosidad – La laringotraqueitis es causada por virus y puede diseminarse fácilmente por la tos, estornudos, y secreciones respiratorias (moco y gotitas de la tos y estornudos). Los niños con laringotraqueitis deben considerarse contagiosos durante los tres días siguientes después del comienzo de la enfermedad o hasta que la fiebre desaparece.

Severidad de la laringotraqueitis – La laringotraqueitis puede ser muy leve o mus severa, dependiendo de la dificultad para meter aire el niño en sus pulmones. El tamaño (diámetro) de la tráquea (que es normalmente más pequeño en los niños) y el grado de estrechamiento debido a la tumefacción son determinantes importantes de severidad. La laringotraqueitis puede volverse más severa así cuando el niño se vuelve agitado o afectado.

Un niño con laringotraqueitis moderada o severa puede tener que luchar para respirar de manera que puede asustar a ambos, al niño y a sus padres o cuidadores.

Laringotraqueitis leve – Un niño con laringotraqueitis leve generalmente está despierto y sin cianosis o retracciones (retraimiento de la piel alrededor de las costillas y la punta del esternón). Puede haber una tos ladrido. Estridor (respiración ruidosa de alta tonalidad) no está presente en reposo pero puede estar presente cuando el niño tose o llora. Un niño con laringotraqueitis leve puede desarrollar síntomas más severos intermitentemente a lo largo del curso de la enfermedad, especialmente en las horas de la tarde.

Laringotraqueitis moderada – Un niño con laringotraqueitis moderada puede tener estridor y retracciones en reposo, puede estar ligeramente desorientado o agitado, y puede tener moderada dificultad para respirar.

Laringotraqueitis severa – Un niño con laringotraqueitis severa tiene estridor y retracciones en reposo. Las retracciones son severas, e incluyen movimientos hacia dentro del esternón cuando el niño lucha para respirar. El niño puede parecer ansioso, agitado o fatigado. La cianosis es común, inicialmente solo cuando el niño se está moviendo o llorando, pero empeora progresivamente y está presente cuando el niño está en reposo.

DIAGNÓSTICO – La laringotraqueitis es frecuentemente diagnosticada basándose en los síntomas y signos del niño, incluyendo una tos ladrido y estridor, especialmente si estos hallazgos ocurren durante los meses de otoño e invierno. Radiografía y análisis de laboratorio raramente se necesitan.

El médico debe determinar si el niño está empeorando y requiere atención en un servicio de emergencias.

El médico observará a la niña o niño como respira; un niño que está respirando muy rápido y profundo o está ansioso es más probable que tenga laringotraqueitis moderada o severa, que requiere tratamiento urgente. El médico también auscultará los pulmones del niño y examinará la parte de atrás de la garganta buscando signos de de bloqueo de la vía aérea.

TRATAMIENTO – El tratamiento de la laringotraqueitis depende de la severidad de los síntomas y el riesgo de agravamiento rápido; los niños con síntomas quienes no tienen factores de riesgo para laringotraqueitis severa son tratados generalmente con medidas conservadoras en casa, aunque un niño con síntomas moderados a severos o quienes están en riesgo de rápido agravamiento deben ser tratados en un departamento de emergencias.

Laringotraqueitis leve – La mayor parte de los niños con laringotraqueitis tienen síntomas leves y pueden ser tratados con éxito en casa. Esto incluye utilizar un humidificador o estar sentado con el niño en un cuarto de baño respirando el aire con el vaho que se produce al dejar abierto el grifo de agua caliente de la ducha o la bañera. Un padre debe estar con el niño; un libro favorito del niño o una nana pueden ayudar a disminuir la ansiedad del niño y prevenir el llanto, el cual puede empeorar el estridor.

Si el estridor del niño no mejora durante el tratamiento con el aire humidificado, el padre debe contactar inmediatamente con el médico.

Otras sugerencias para el tratamiento de la larfingotraqueitis leve debe incluir:

  • Permitir al niño respirar aire frío durante la noche abriendo la ventana o la puerta.
  • La fiebre puede ser tratada con un antitérmico como paracetamol o ibuprofeno.
  • La tos puede tratarse con la ingesta de líquidos claros calientes para disminuir el moco en las cuerdas vocales. El agua caliente, zumo de manzana, o limonada son seguros para los niños mayores de cuatro meses. También puede dársele zumo congelado de polo helado.
  • Debe evitarse fumar en la casa del niño; el tabaco puede empeorar la tos del niño.
  • Mantener la cabeza del niño elevada. Las almohadas no deben utilizarse en niños menores de 12 meses.
  • Los padres pueden dormir en la misma habitación del niño con un episodio de laringotraqueitis de tal forma que ellos estarán inmediatamente disponibles sin el niño comienza a tener dificultad para respirar.

Cuidado urgente – Los padres deben buscar atención médica inmediata urgente si, en cualquier momento, un niño desarrolla características de empeoramiento o laringotraqueitis severa.

Medicamentos – Un niño con laringotraqueitis leve que es visto en una clínica médica o en el departamento de urgencias puede recibir tratamiento con aire humidificado además de una dosis única de un corticoide. El corticoide más frecuentemente utilizado es la dexametasona, que puede administrarse de forma oral en jarabe, intravenosa o intramuscular, dependiendo de la facilidad para ese niño determinado.

Dexametasona es un tratamiento efectivo y de largo plazo para laringotraqueitis leve. Funciona disminuyendo la tumefacción de la laringe, habitualmente en seis horas después de la primera dosis. Para un niño con laringotraqueitis, la dexametasona puede reducir la necesidad de repetir la visita al departamento de urgencias o clínica médica y puede mejorar la capacidad del niño para dormir (al facilitar el trabajo de respirar).

Laringotraqueitis moderada-severa – La laringotraqueitis moderada severa debe ser evaluada en un departamento de urgencias o clínica capaces de manejar urgencias de enfermedades respiratorias. La laringotraqueitis severa es una enfermedad que amenaza la vida y el tratamiento no debe demorarse.

El tratamiento utilizado depende del tipo y severidad de los signos y síntomas, pero puede incluir uno o más de los siguientes:

  • Aire humidificado u oxígeno (si es necesario el oxígeno).
  • Pueden ser necesario líquidos intravenosos si el niño está deshidratado como resultado de la fiebre o de la respiración rápida, ya que ambas aumentan la pérdida de líquidos corporales. La dificultad para respirar puede desanimar al niño de beber, lo cual puede aumentar el riesgo de deshidratación.
  • Monitorización de los niveles de oxígeno, frecuencia respiratoria y cardiaca, color de la piel (normal o azulada), y el nivel de alerta son utilizados para medir el estado del niño y la respuesta al tratamiento. Un niño que no mejora o lo hace lentamente puede necesitar más tratamiento.
  • Raramente es necesario colocar un tubo de respirar en la garganta (intubar) a un niño con laringotraqueitis severa; menos del 1% de los niños vistos en Urgencias requieren intubación.

Dexametasona – Dexametasona es el medicamento más frecuentemente utilizado para el tratamiento de todos los tipos de laringotraqueitis; es un corticoide efectivo y de acción prolongada. Funciona disminuyendo la hinchazón de la laringe, habitualmente en las seis horas siguientes a la primera dosis. Puede reducir la necesidad de repetir la visita al departamento de urgencias o clínica médica, disminuye el tiempo pasado en el departamento de urgencias, y disminuye las dosis de otros medicamentos (por ejemplo, epinefrina). Puede administrarse de forma oral en jarabe, intravenosa o intramuscular, dependiendo de la facilidad para ese niño determinado. La mayor parte de los niños solo requieren una dosis, y efectos colaterales serios son raros.

Epinefrina (Adrenalina) – La epinefrina, comúnmente conocida como “adrenalina”, es dada por nebulizador (un aerosol inhalado) a los niños con laringotraqueitis moderada-severa. Reduce también la tumefacción de las vías aéreas y tiene un efecto más rápido que la dexametasona. Tiene efecto durante un corto periodo de tiempo (dos horas o menos), y puede administrarse cada 15 a 20 minutos en caso de síntomas severos. Puede necesitarse retratamiento después de dos horas si los síntomas reaparecen después de una respuesta inicial. Cuando ocurren síntomas de rebote, lo hacen habitualmente 2 a 4 horas después del tratamiento.

Los efectos colaterales de la epinefrina incluyen aumento de la frecuencia cardiaca. Efectos secundarios serios son raros. Los niños que reciben epinefrina deben ser monitorizados durante tres o cuatro horas después de la última dosis para asegurar que los síntomas de bloqueo de la vía aérea no reaparecen.

Otros tratamientos – Otros tratamientos, tales como antibióticos, antitusígenos, descongestionantes, y sedantes, son se recomiendan de forma rutinaria para los niños con laringotraqueitis. Los antibióticos no tratan los virus, los cuales causan la mayor parte de los casos de laringotraqueitis. Los medicamentos para la tos y descongestionantes no han probado ser beneficiosos, y los sedantes pueden enmascarar los síntomas del oxígeno bajo en la sangre y la dificultad para respirar.

COMPLICACIONES – Las complicaciones de la laringotraqueitis son raras. Los síntomas de laringotraqueitis  se resuelven en la mayor parte de los niños en dos días, pero pueden persistir hasta una semana. Menos del 5% de los niños con laringotraqueitis requieren hospitalización.

PREVENCIÓN – Desafortunadamente, no hay manera de prevenir la laringotraqueítis. Sencillas medidas higiénicas pueden ayudar a prevenir que la infección por virus cause laringotraqueitis. Estas medidas incluyen:

  • Lavado frecuente de las manos con agua y jabón. Las manos deben ser humedecidas con agua y lavadas con un jabón antimicrobiano, y frotarlas durante 15 a 30 segundos. Especial  mención debe hacerse a las uñas, zonas entre los dedos y a las muñecas. Las manos deben ser enjuagadas profundamente y secadas con una toalla de un solo uso.
  • Frotarse las manos con alcohol. Hay una buena alternativa para desinfectar las manos si no se dispone de un lavabo. Frotamiento de las manos debe extenderse sobre la entera superficie de las manos, dedos, muñecas hasta que se sequen y pueden utilizarse diversas veces. Cuando se dispone de un lavabo, las manos deben lavarse con agua y jabón.
  • Evitar el contacto con adultos y niños con infección de vías altas respiratorias. Puede ser difícil o completamente imposible evitar a las personas enfermas, aunque los padres pueden intentar limitar el contacto directo. Además los niños enfermos no deben ser enviados a la guardería o escuela, ya que esto puede causar que otros niños se vuelvan enfermos.
  • Considerar la vacunación anual para el virus de la gripe. La mayoría de los adultos y niños mayores de 6 meses de edad se eligen para la vacunación anual de la gripe, habitualmente puestas en los meses de otoño e invierno.

CUANDO BUSCAR AYUDA – Si, en cualquier momento, un niño desarrolla características de empeoramiento de una laringotraqueitis severa, los padres deben buscar atención médica inmediata. Esto incluye:

  • Respiración difícil
  • Piel pálida o azulada
  • Accesos de tos severos
  • Babeo o dificultad para tragar
  • Incapacidad para hablar o gritar debido a la dificultad para respirar
  • Un silbido con la respiración, o una respiración ruidosa de alta intensidad mientras está sentado o en reposo.
  • Retraimiento de la piel alrededor de las costillas y punta del esternón con la respiración.

Los padres no deben intentar llevar a su hijo al hospital si el niños está muy agitado, tiene la piel azulada, está luchando mucho para respirar, o está excesivamente somnoliento (letárgico); deben llamarse a los servicios médicos de emergencias.

Un padre debe llamara su médico si:

  • La fiebre (temperatura mayor de 38º) dura más que tres días.
  • Los síntomas de laringotraqueitis que dura más de siete días.
  • Hay cuestiones de o preocupaciones acerca de la enfermedad de los niños.

SUMARIO

  • La laringotraqueitis es una enfermedad respiratoria causada por un virus. Así como la enfermedad progresa, la tráquea se vuelve tumefacta, hinchada, lo cual obstruye el espacio disponible para entrar el aire en los pulmones.
  • Los virus que causa la laringotraqueitis pueden transmitirse fácilmente por la tos, estornudos, y secreciones respiratorias (moco, gotitas de la tos y estornudos). Los niños con laringotraqueitis debe considerarse contagiosa los tres días siguientes del comienzo de la enfermedad, o hasta que la fiebre haya desparecido.
  • La laringotraqueitis es habitualmente leve, aunque es posible que los síntomas se vuelvan severos y amenacen la vida. Los síntomas comúnmente comienzan gradualmente, comenzando con la irritación nasal, congestión nasal, y descarga nasal, la cual progresa después de 12 a 48 horas para dificultar la respiración, una tos “ladrido”, y ronquera. Los síntomas de laringotraqueitis habitualmente se resuelven en dos días, pero pueden persistir hasta una semana (con mejoría gradual durante este tiempo).
  • Si, en cualquier momento, un niño desarrolla características de de agravamiento o laringotraqueitis severa. Las características de laringotraqueitis severa incluyen:
  • Dificultad para respirar
  • Piel pálida o piel azulada, especialmente en los labios, dedos, orejas
  • Accesos de tos severa
  • Babeo o dificultad para tragar
  • Incapacidad para hablar o gritar debido a la dificultad para respirar
  • Una respiración como silbido, o una respiración de alta tonalidad mientras está sentado o en reposo
  • Retraimiento en la piel alrededor de las costillas con la respiración

Los padres no deben intentar llevar a su niño al hospital si el niño está severamente agitado, cianótico, luchando para respirar, o excesivamente somnoliento (letárgico); deben llamarse los servicios de emergencias.

  • La laringotraqueitis leve puede ser tratada habitualmente en el domicilio. El tratamiento en el domicilio incluye utilizar humidificador o sentarse con el niño en el cuarto de baño con el vapor de agua caliente generada al abril el grifo de agua caliente de la ducha. Los humidificadores de agua caliente pueden ser peligrosos por el riesgo de quemaduras.
  • La laringotraqueitis moderada o severa deben ser evaluadas en un departamento de emergencias o clínica capaz de manejar enfermedades respiratorias urgentes.
  • Otros tratamientos, tales como antibióticos, descongestionantes, y sedantes, no se recomiendan para niños con laringotraqueitis. Los antibióticos no sirven para tratar a los virus, que causan la mayor parte de los casos de laringotraqueitis.
  • Debe evitarse fumar en el domicilio. Los padres deben dormir con el niño en en la misma habitación durante el episodio de laringotraqueitis, de tal forma que estarán totalmente disponibles si el niño comienza a respirar con dificultad.

DONDE OBTENER MÁS INFORMACIÓN

www.nim.nih.gov/medlineplus/healthtopics.html

www.aap.org/healthtopics/commonillness.cfm