¿Cómo saber si mi hijo tiene asma?

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¿Cómo saber si mi hijo tiene asma?

 

 

 

El asma es una enfermedad inflamatoria de los bronquios. Aunque se han sugerido desencadenantes de los síntomas (alergenos, virus, factores ocupacionales/ambientales, etcétera) no se conoce la causa.

¿Puede ser una enfermedad genética o existe una predisposición? ¿Es una enfermedad crónica?

No es una enfermedad genética, pero sí existe una predisposición familiar. Si el padre y la madre padecen asma, la probabilidad de que los hijos padezcan asma es más alta. Si solo la padece uno de los dos, la probabilidad disminuye, pero sigue siendo más alta que si ni el padre ni la madre la padecen.

Sí, es una enfermedad crónica. Pero el 50% de los niños con asma pueden dejar de padecerla al llegar a la adolescencia o juventud, sin importar el tratamiento que hubiesen realizado. Antes, los alergólogos achacaban la desaparición de los síntomas al tratamiento con inmunoterapia (vacunas), pero no es así. En la edad adulta solo un 2% o 3% pueden dejar de tener síntomas, dejar de padecer la enfermedad.

¿Qué síntomas nos pueden hacer sospechar que nuestro hijo es asmático?

Su hijo puede tener asma y usted puede no saberlo. El asma puede presentarse con síntomas severos y en ese caso es fácil diagnosticarla, pero también puede hacerlo con síntomas leves y en ese caso es fácil que se confunda con “bronquitis o catarros de repetición”. Los síntomas del asma son:

  • Tos, con o sin expectoración
  • Ruidos sibilantes o “pitos” en el pecho (tórax)
  • Dificultad respiratoria

Un niño con asma puede tener un solo síntomas o cualquier combinación de los citados. Muchos niños con asma únicamente tienen tos. En este caso puede estar diagnosticada erróneamente de bronquitis o no estar diagnosticada.

La tos del asma suele ser recurrente, en serie y empeorar en la tarde-noche. Si su hijo tiene tos espasmódica, que empeora por la noche, y dura más de lo que dura habitualmente la tos del resfriado, su hijo o hija pueden tener asma. Y lo mismo si la tos espasmódica es causada por el ejercicio, después de exposición al humo de tabaco, con el frío o la risa.

Los “pitos o sibilantes” son más fáciles de identificar. Los especialistas en Neumología indican que se podrá oír un sonido cuando el niño respire, parecido a un silbido, sobre todo al expulsar el aire. Estos, como sucede con la tos, pueden aparecer después de un esfuerzo físico, con el frío, al inhalar humo de tabaco o coincidiendo con un resfriado.

Habitualmente la dificultad respiratoria se acompaña de tos o “pitos” en el tórax y se nota como apretura torácica, que impide respirar normalmente.

Suele haber un aumento de la producción de moco por los bronquios -el asma es una inflamación bronquial- y el moco puede ser blanquecino, espeso y difícil de expectorar. Cuando el asma empieza a mejorar puede haber más cantidad de moco, pero menos espeso y más fácil de expectorar.

Si el niño comienza con tos como único síntoma y se hace cada vez más frecuente con el paso de los días, es decir, si la tos le preocupa a usted, puede tratarse de asma. Y si la tos ocurre con todos los resfriados, y es espasmódica y empeora por la noche, la tos puede ser debida al asma.

¿Cómo deben controlarse las crisis, y cómo enseñarle esto a los niños?

Las agudizaciones del asma están desencadenadas en muchas ocasiones por resfriados. Cuando el niño o la niña tiene un resfriado y tosen usted puede pensar que la tos está causada por esa infección vírica, pero puede tratarse de un síntoma asmático desencadenado por el resfriado.

En las crisis de dificultad respiratoria lo primero a utilizar son los broncodilatadores inhalados, que se pueden repetir hasta notar mejoría o hasta que causen temblor o taquicardia. Si no hay mejoría, en tanto se dirige el paciente al centro médico de urgencias más cercano, puede tomar corticoides orales.

Si el niño es suficientemente mayor se le explicará que en caso de notar dificultad respiratoria debe usar el broncodilatador inhalado, y explicarle como utilizarlo y las dosis.

¿Cuál es el tratamiento más adecuado del asma?

El tratamiento del asma son los corticoides inhalados, que pueden asociarse a los broncodilatadores de acción prolongada según la severidad del asma. En las agudizaciones a veces tenemos que tratar con corticoides orales o por vía parenteral.

Los broncodilatadores de acción corta solo deben utilizarse “a demanda”, cuando se precisen por aumento de la dificultad respiratoria. Nunca deben utilizarse los broncodilatadores de acción prolongada (formoterol, salmeterol, indacaterol, etcétera) con único tratamiento del asma; siempre deben utilizarse asociados a los corticoides inhalados.

Cuando se controlan los síntomas del asma, cada uno o dos meses deben disminuirse las dosis de corticoides inhalados hasta que se controlen los síntomas con las menores dosis.

El paciente con asma controlada debe poder hacer su vida normal, sin síntomas diurnos ni nocturnos. El resfriado (una infección respiratoria vírica) es la causa más frecuente de agravamiento del asma y no requiere tratamiento con antibióticos, solo aumentar las dosis de los corticoides inhalados, aunque a veces no es suficiente y hay que tratar la agudización con corticoides orales.

 

2019-12-19T18:52:24+00:00 19 / 12 / 2019|Asma, Consejos, Enfermedades|