Inicialmente, la mayoría de las personas infectadas reportaron exposición a un gran mercado de animales húmedos en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, lo que sugiere un posible origen zoonótico. Sin embargo, a partir de ese momento se demostró la transmisión de persona a persona dentro de las familias y entre las personas que no habían estado en el mercado de Wuhan. Hoy ya se ha extendido a la mayor parte de los países.
La transmisión de persona a persona se transmite a través de gotas al toser o estornudar, incluso es posible que pueda transmitirse estando cerca de una persona hablando alto o por contacto directo con el virus y después llevándolo a través de las manos a la cara (ojos, nariz o boca). El virus puede vivir desde horas a varios días en diferentes materiales (plásticos, piel, papel y cartón, hierro u otros metales).
Antes, al principio, se investigaba si una persona con síntomas había viajado a China o había estado en contacto con una persona que había viajado. Hoy, ya no hace falta haber estado en contacto con una persona que padezca la infección por COVID-19, sino que se puede adquirir la enfermedad al estar en contacto cercano con personas enfermas no diagnosticadas o por contacto con el virus a través de fómites (cualquier objeto carente de vida o sustancia que, si se contamina con algún patógeno viable, tal como bacterias, virus, hongos o parásitos, es capaz de transferir dicho patógeno de un individuo a otro).
El periodo de incubación antes de la aparición de los síntomas puede variar entre 2 y 14 días. Los síntomas más frecuentes son fiebre, tos, dolores musculares y también puede haber diarrea. Y puede existir dificultad respiratoria causada por haberse producido neumonía (infección de los pulmones), que suele ser bilateral y empeora el pronóstico.
En las personas jóvenes e inmunocompetentes el curso y pronósticos de la enfermedad suele ser leve, pero empeora en las personas de más edad y con enfermedades crónicas del corazón y otros órganos, diabetes, y otras enfermedades crónicas o inmunodeprimidas, en los cuales aumenta el riesgo de una evolución desfavorable.
Existe la preocupación de que los pacientes con síntomas leves pueden propagar más fácilmente los virus al no estar diagnosticados y aislados. No existe ninguna vacuna para prevenir la infección. Por lo tanto, la identificación temprana y la prevención de la transmisión es de primordial importancia.
Prevención de la infección, exposición y propagación:
- Lavado de manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Si no hay agua y jabón disponible, usar desinfectante para manos a base de alcohol.
- Evite tocarse los ojos, nariz o boca sin lavar las manos.
- Evite el contacto cercano con personas enfermas y sanas.
- Si no le da tiempo de toser en un pañuelo de papel y luego desecharlo en la basura contenida, tosa en la parte interna del codo.
- Limpie y desinfecte objetos y superficies que se tocan con frecuencia.
- Busque atención médica si tiene síntomas o ha estado expuesto a personas que padecen la enfermedad.
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