Cooximetría

Cooximetría 2017-01-17T15:28:40+00:00

“FUMAR ES UNA COSTUMBRE ODIOSA PARA LOS OJOS, ODIOSA PARA LA NARIZ, PELIGROSA PARA EL CEREBRO Y PELIGROSA PARA LOS PULMONES” (KING JAMES I)

La cooximetría es una exploración que nos permite conocer la cantidad de monóxido de carbono (CO) que un sujeto tiene en el aire que espira. Esta cantidad está en relación con su hábito de fumador. El CO es una de las muchas substancias nocivas que se encuentran en el humo de tabaco. Para la medición del CO se utiliza el cooxímetro, que es un aparato que mediante una maniobra sencilla permite conocer el nivel de CO en el aire espirado.

La utilización de la cooximetría en el diagnóstico del tabaquismo es muy recomendable y permite al médico un mejor conocimiento de las características del fumador. En general, existe una relación directa entre el número de cigarrillos consumidos y los niveles de CO en el aire espirado por el fumador. A un mayor número de cigarrillos fumados le corresponden unos niveles más altos de CO en el aire espirado por el fumador. No obstante, existen algunos casos en los que a pesar de un escaso consumo de tabaco, se detectan unos altos niveles de CO o al revés. Ello es debido a diferencias en el patrón de consumo de los cigarrillos o a las diferencias de sexo. Es decir, es posible que fumadores de un escaso número de cigarrillos diarios tengan altos niveles de CO en su aire espirado si consumen esos cigarrillos dándoles muchas pipadas o inhalando muy profundamente el humo. Por ello, el conocimiento de los niveles de CO nos permitirá diagnosticar con mayor precisión el grado de tabaquismo que un determinado fumador padece. Se sabe, además, que los fumadores con niveles más altos de CO en su aire espirado desarrollan enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco con mayor probabilidad que aquellos con niveles más bajos. Es decir, este parámetro puede ser utilizado como predictor de riesgo en un determinado fumador.

Por otro lado, la utilización de la cooximetría tiene indudables ventajas para el fumador. No olvidemos que los fumadores no conocen un parámetro objetivo que les indique el daño que el tabaquismo le está produciendo a su organismo, como conocen los pacientes hipertensos, por ejemplo. Cuando los fumadores saben sus cifras de CO en el aire espirado tienen un mejor conocimiento del daño que el tabaquismo les está causando y ese será un dato que les motivará a dejar de fumar. Observar el descenso rápido de la concentración de CO en la primera visita después de iniciar la abstinencia, respecto del nivel existente cuando aún fumaba, actúa como factor motivador ya que señala la posibilidad de obtener beneficios inmediatos en el proceso de abstinencia.

Además el nivel de CO en aire espirado puede ser utilizado como marcador real de abstinencia, lo que permite verificar la fiabilidad de la valoración subjetiva de la misma por el paciente y permite al médico intervenir ante la sospecha de falta de veracidad en la respuesta del paciente. No obstante, antes de asegurar la falta de fiabilidad de la información sobre la abstinencia proporcionada por el paciente, es necesario asegurar que los niveles elevados de CO no son producidos por otras causas distintas al consumo de tabaco como la contaminación ambiental, los gases de automóviles, la calefacción doméstica con braseros de cisco, o inhalación de humo de otros fumadores.

Técnica

El sujeto o paciente debe realizar una inspiración profunda y “aguantar” o mantener  la respiración durante 15 segundos, después procederá a una espiración lenta, prolongada y completa a través de la boquilla del aparato. El indicador del cooxímetro nos indicará la cantidad exacta de CO que el paciente tiene en el aire espirado.

Resumen

La cooximetría es la técnica que mide el CO en aire espirado y es de gran utilidad en el manejo de los pacientes con tabaquismo. Es una técnica fácil de realizar. Los resultados deben interpretarse con cautela, porque hay otras causas de elevación del CO en aire espirado, además de la inhalación de humo de cigarrillo.

referencia: MEDIFAM 2002; 12: 484-492