El hipo es una de las situaciones sorpresa que más suelen desagradar a quien lo sufre. Mientras que otros pueden burlarse o mofarse por el espasmo incontrolado, quienes padecen esta contracción involuntaria del diafragma deben armarse de paciencia mientras se preguntan ¿por qué tengo hipo?, ¿cuánto puede durar el hipo? o ¿qué remedios pueden funcionar para acabar con el hipo? Para todos ellos hay respuestas de los expertos, aunque no siempre son tajantes.

¿Por qué tengo hipo?

Las causas del hipo son de los más variadas y, en ocasiones inesperadas, aunque hay personas con una mayor predisposición a pasar por este trance por sus comportamientos. En principio, la clave está en el diafragma, el abdomen y el tórax, puesto que son las partes del cuerpo que intervienen y están conectadas cuando se produce el inesperado e indeseado momento.

«El hipo se produce por una serie de contracciones involuntarias del diafragma, músculo que separa el tórax del abdomen e interviene en la respiración. A cada contracción del diafragma entre dos respiraciones le sigue un cierre repentino de las cuerdas vocales que produce el característico sonido de ‘hip'», resume Joaquín Lamela López, neumólogo miembro de Top Doctors.

De ahí que las causas se relacionen habitualmente con el músculo y sus conexiones corporales, así como el proceso de respiración, puesto que es un punto clave para el correcto desarrollo. Aunque no se conocen con exactitud todos los orígenes del hipo, hay una serie de opciones más probables que enumera Rebeca Blanco Diaz, directora médica en Peláez y Blanco Clínica Dental:

Causas más habituales del hipo:

• Tomar bebidas con gas.
• Beber mucho alcohol.
• Comer mucho.
• Agitación, nerviosismo o estrés.
• Cambios bruscos de temperaturas en las comidas.
• Tragar aire al comer o mientras se mastica chicle o se chupan caramelos.

¿Cómo puedo quitarme el hipo?

En general, los médicos apuestan por la paciencia para esperar a que desaparezca el sobresalto y los sonidos involuntarios. No obstante, la lista de trucos y secretos que se han convertido en tradicionales pueden ser una alternativa en algunos casos. «El hipo suele desaparecer por sí solo después de unos minutos. No hay pruebas de que los trucos caseros funcionen, pero no son dañinos y pueden probarse«, plantea el neumólogo.

En cualquier, caso, la doctora Rebeca Blanco recuerda que estas prácticas podrían ser eficaces con el hipo agudo, el más leve de todos, y propone una lista de sencillas ayudas caseras:

Remedios para quitar el hipo

• Contener la respiración y contar despacio hasta 10
• Beber rápidamente agua fría
• Comer una cucharada de azúcar o miel
• Respirar aire dentro de una bolsa de papel
• Tirar suavemente de la lengua
• Tragar pan seco o masticar hielo
• Beber agua inclinada hacia delante
• Poner una gota de limón sobre la lengua
• Presionar con los dedos los globos oculares

¿Cuánto puede durar el hipo?

Según los expertos, el hipo suele durar únicamente unos minutos en la mayor parte de las ocasiones. Es lo que se denomina hipo agudo y su período de duración es de un máximo de 48 horas y no suele suponer un problema ni un riesgo de la salud. De hecho, no es preocupante ni debe asustar a quien lo padece, aunque sea plomizo.

El hipo comienza a ser una amenaza cuando se eleva al nivel de persistente (entre 48 y horas y un mes) o el temido hipo intratable.

«Si el hipo dura más de 48 horas o es tan intenso que causa problemas para comer, dormir o respirar, debe consultarse al médico», avisa el neumólogo infantil Joaquín Lamela López. «El hipo por sí solo no es un síntoma fatal y en la mayoría de los casos será pasajero y provocado por causas livianas, pero si no remite con métodos caseros y dura más de dos días es aconsejable ir al especialista para descartar patologías más severas relacionadas. Puede ser una amenaza para la salud», complementa la doctora Rebeca Blanco Diaz.

En realidad, cuando se convierte en algo muy duradero suele deberse a una combinación de situaciones o la manifestación de algún problema de salud que podría ser de gravedad. «El hipo puede ser un síntoma de enfermedades de diversa seriedad cuando dura más de 48 horas: lesión o irritación de los nervios vago y frénico que inervan el diafragma, trastornos del sistema nervioso central, trastornos metabólicos o drogas», recuerda el neumólogo.

Según la especialista Rebeca Blanco, las posibles causas del hipo persistente son:

• Problemas de Sistema Nervioso Central.
• Infecciones.
• Algún tipo de proceso oncológico como cáncer de hígado o pleura.
• Irritación de los nervios de cabeza, cuello y pecho (nervio vago y frénico).
• Disminución de la función renal o uremia (incapacidad de los riñones de eliminar bien los desechos).
• Trastornos del tejido que recubre los pulmones.
• Efecto secundario de algún fármaco o droga.
• Complicación post anestesia o cirugía.
• Ataques cerebrales.
• Reflujo gastroesofágico.

¿Hay personas con más probabilidad de tener hipo a menudo?

La experiencia de los médicos les ha mostrado que hay un perfil de individuos que son más susceptibles de sufrir la tortura del hipo. ¿Quiénes son aquellos malditos con una mayor probabilidad? «Aquellas personas que hablan mucho y rápido sin hacer pausas para respirar o dan largos discursos. También aquellas personas que tragan los alimentos muy rápidos, toman comidas muy especiadas o picantes o que tosen o ríen violentamente. O bien aquellas personas que tienen algunas de las patologías descritas anteriormente», expone Rebeca Blanco Díaz. «Aquellas que toman bebidas con gas, beben demasiado alcohol, comen demasiado, tienen agitación o estrés emocional, o tragan mucho aire al mascar chicle o chupar caramelos», añade el doctor Joaquín Lamela.

¿Cómo evitar tener hipo?

No hay una regla de oro para escapar del hipo, sino simplemente evitar las posibles causas enumeradas por los expertos. Se debe comer y beber sin precipitación, no forzar la respiración al ingerir alimentos y reducir las comidas y bebidas gaseosas. En resumen, los dos pilares son la respiración y la agitación, así que conviene no estresar el músculo tanto cuando se habla como cuando se come.

En el mismo sentido, los consejos para prevenir un hipo persistente también pasan por la mesa. «En el hipo crónico puede ser útil comer porciones más pequeñas y evitar las bebidas gaseosas y los alimentos que producen gas«, añade el neumólogo Joaquín Lamela para huir esquivar males mayores.