Ejercicio y enfermedades neumológicas

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Ejercicio y enfermedades neumológicas 2017-01-19T10:56:08+00:00

En general se puede decir que el ejercicio no está contraindicado en ninguna enfermedad. Pero es verdad que si las enfermedades no están bien controladas el ejercicio puede agravar los síntomas, como sucede por ejemplo en el asma, en la cardiopatía isquémica (angor pectoris o angina de pecho), enfermedad vascular arterial periférica, etc.

Además el ejercicio recomendado siempre debe individualizarse y adaptarse por tanto a las características de cada paciente: tipo de trastorno, edad, enfermedades asociadas, etc. No se le podrá recomendar a un paciente con insuficiencia respiratoria crónica por enfermedad pulmonar obstructiva crónica por tabaquismo (neumonitis tabáquica crónica) con oxigenoterapia domiciliaria que camine diez kilómetros diarios o que suba cuestas, porque no podrá hacerlo y si lo intenta sobrecargará aún más a su corazón ya enfermo probablemente por la enfermedad pulmonar crónica.

Siempre es conveniente comenzar con ejercicios ligeros –caminar por sitios llanos es probablemente el mejor ejercicio para la gente mayor con enfermedades pulmonares crónicas- e ir aumentando progresivamente la duración del mismo.

Cualquier ejercicio es bueno y debe adaptarse a las preferencias del paciente. Nadar puede ser más adecuado para algunos enfermos, aunque en general caminar es el que mejor se adapta a la inmensa mayoría de los pacientes.

En general se recomienda caminar 5 ó 6 kilómetros cada día, al menos cinco días a la semana, por sitios llanos. No se preocupe si no puede caminar esa distancia al principio. Lo importante es que empiece y vaya aumentando progresivamente el recorrido del paseo.

Caminar es probablemente el mejor ejercicio para usted, pero si no puede hacerlo, otras actividades físicas pueden servir como sustitutas del paseo: bicicleta estática, natación, etc.

Si está siendo tratado con oxígeno domiciliario adapte las recomendaciones que le hayan dado a la necesidad y conveniencia de hacer ejercicio. Si le han indicado oxígeno durante 16 ó 18 horas diarias, es preferible que interrumpa el tratamiento para caminar y continúe después con el mismo que quedarse todo el día en el domicilio…

Cuanto mejor esté físicamente mejor soportará las agudizaciones de su enfermedad pulmonar crónica. En tiempo de frío o lluvia no deje de hacer ejercicio, abríguese para salir a caminar. Es más saludable abrigarse y salir a caminar con frío que quedarse en casa.

Si por su edad o porque padezca otros trastornos no puede pasear solo, busque la ayuda de algún familiar para hacerlo acompañado.

Si padece artrosis recuerde que el mejor tratamiento para este trastorno es adelgazar y caminar. Si tiene dolor en las caderas o rodillas, la inmovilidad hará que aumente aún más el dolor cuando necesite moverse.

Un paseo de una a tres horas diarias por sitios llanos es muy beneficioso para su salud. Mientras camina puede elevar los brazos de vez en cuando.

Para conseguir mejores resultados con el ejercicio es fundamental que el paciente diminuya la cantidad de comida diaria si está por encima de su peso ideal (para 1.60 m de estatura no se deben sobrepasar los 58 kilos y para 1.70 m los 68 kilos). Comer en exceso es un “hábito” peor y más difícil de “dejar” que fumar cigarrillos. Los cigarrillos no son necesarios y muchas personas dejan cada día de fumar, pero comer hay que hacerlo todos los días y el problema es tener voluntad suficiente para quedarse todos los días con hambre. El efecto beneficioso del ejercicio puede verse muy limitado si después el paciente aumenta la ingesta diaria de alimentos.

RECUERDE:

“POCO PLATO Y MUCHO ZAPATO”