El Síndrome de Apnea del Sueño (Ver Enfermedades/Apnea del Sueño) afecta a más del 5% de las personas por encima de los 40 años y se caracteriza fundamentalmente por un aumento de la somnolencia durante el día. Esta hipersomnolencia diurna está causada por un excesivo número de apneas (ausencia de respiración superior a 10 segundos) o hipopneas (disminución de la intensidad de la respiración superior a 10 segundos) durante la noche. Se considera anormal un número de apneas y/o hipopneas >5/hora. Durante estas pausas respiratorias, causadas por obstrucción de las vías aéreas superiores, el oxígeno desciende en la sangre y esto hace que el cerebro pase la noche sufriendo, por pequeños y continuos despertares, que ocasiona un sueño nocturno no reparador y hace que la persona que padece esta enfermedad se levante por la mañana con la sensación de no haber dormido bien durante la noche y con ganas de seguir durmiendo.
Los pacientes con síndrome de apnea e hipopnea del sueño (SAHS) tienen más posibilidades de sufrir un accidente de tráfico que las personas sanas, porque se quedan dormidos al volante más fácilmente. Tienen menor concentración y una capacidad de respuesta menor debido a la somnolencia y el cansancio.
Por eso, hasta que se valore la gravedad del SAHS debe recomendársele al paciente que no conduzca. Los accidentes de tráfico sufridos por quedarse dormido el conductor son más graves, ya que suelen producirse a mayor velocidad, y son choques frontales en una mayor proporción. La mayor parte se producen en la madrugada o en las primeras horas de la tarde.
Los conductores tienen con frecuencia episodios de sueño al volante; de hecho más del 30% reconocen haberse quedado dormidos conduciendo en alguna ocasión.
Existe un gran número de pacientes con SAHS que no están diagnosticados. Suelen ser personas que roncan y que su pareja refiere que deja de respirar mientras duerme, y esto es lo que normalmente les hace consultar al médico.
Consejos
Si el médico sospecha que un paciente padece Síndrome de Apnea e Hipopnea del Sueño, es aconsejable que no conduzca hasta que se descarte o confirme este trastorno con seguridad, mediante la realización de una Poligrafía Respiratoria o una Polisomnografía.
Si se confirma e inicia tratamiento con CPAP (ver Tratamiento/CPAP) es recomendable que evite coger el coche los primeros días, hasta que se confirme que la CPAP es efectiva para disminuir/abolir las apneas nocturnas.
La reducción del riesgo de accidentes solo se consigue si mantiene adecuadamente la terapia con CPAP.
Debe conducir durante las horas del día en las que exista menos problema de quedarse dormido.
Debe interrumpir la conducción cuando note que comienza a luchar contra la somnolencia.
Julio de 2006
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