Medicamentos para respirar mejor

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Medicamentos para respirar mejor 2017-01-17T12:29:10+00:00

“Cuando no puedes respirar no hay nada que importe más” (American Thoracic Society)

“El mejor médico es el que conoce la inutilidad de la mayor parte de las medicinas” (Benjamin Franklin).

“El mejor medicamento para respirar bien es el diagnóstico correcto de la causa que trastorna la respiración”

ENFERMEDADES AGUDAS MÁS FRECUENTES QUE PUEDEN CAUSAR DIFICULTAD RESPIRATORIA:

  • Infecciones: Neumonía, gripe, bronquitis aguda, etc.
  • Enfermedades pulmonares vasculares: embolia pulmonar
  • Pleurales: neumotórax, derrame pleural

En todos estos trastornos el mejor tratamiento de la dificultad respiratoria es diagnosticar y tratar la enfermedad. Las neumonías se tratan con antibióticos, la embolia con anticoagulantes (heparina y anticoagulantes orales), el neumotórax con drenaje torácico o tratamiento conservador y el derrame pleural con drenaje del líquido pleural y tratamiento de la causa que lo produce.

ENFERMEDADES CRÓNICAS QUE CAUSAN MÁS FRECUENTEMENTE DIFICULTAD RESPIRATORIA

  • Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica Tabáquica
  • Asma
  • Fibrosis Pulmonar
  • Cáncer de Pulmón

Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica Tabáquica – El mejor tratamiento de la dificultad respiratoria en esta enfermedad es DEJAR DE FUMAR si el paciente aún fuma, reducir el peso corporal y caminar. También se utilizan broncodilatadores (sprays) de forma regular o “a demanda” si el paciente nota mejoría de la dificultad respiratoria. La única medida que influye en la evolución de la enfermedad es dejar de fumar.

Asma – El tratamiento de la dificultad respiratoria en el asma es con broncodilatadores y corticoides. En el asma agudizada se utilizan los broncodilatadores por inhalación o nebulización y los corticoides por vía oral o parenteral y en el asma crónica se utilizan fundamentalmente los corticoides inhalados (sprays) asociados o no a broncodilatadores de acción prolongada.

Fibrosis pulmonar – Aquí hay varios tipos de enfermedades y alguna de ellas puede responder al tratamiento, habitualmente con corticoides y/o inmunosupresores.

MEDICAMENTOS

Antibióticos – Antes de tomar un antibiótico es conveniente que le pregunte al médico el diagnóstico de su enfermedad. En los resfriados o catarros nasales, bronquitis agudas, y gripes no se deben tomar antibióticos. Esto es lo que sucede habitualmente: el médico prescribe al enfermo un antibiótico por una bronquitis o una gripe y los días que siguen al comienzo, los síntomas se agravan habitualmente, el paciente acude al médico diciéndole que el antibiótico “no ha funcionado”, el médico le recomienda un segundo antibiótico y el paciente cree que este si ha funcionado; lo que ha pasado es que su proceso ha mejorado por el tiempo transcurrido y no por el segundo antibiótico…Y para el año el médico y el paciente vuelven a hacer lo mismo y los únicos beneficiados son los que venden antibióticos. El paciente incluso puede salir perjudicado por algún efecto indeseable del antibiótico (diarrea, por ejemplo).
Antitusígenos – El mejor tratamiento de la tos es diagnosticar correctamente la enfermedad. En el síndrome tusígeno de vías respiratorias altas se pueden utilizar antihistamínicos de primera generación. La codeína o dextrometorfano pueden tener algún efecto antitusígeno a nivel actuando a nivel del sistema nervioso central, pero siempre será desigual e incluso dudoso (efecto placebo).
Expectorantes – Nunca se ha podido demostrar de un forma clara que los medicamentos utilizados para expectorar funcionen. El mejor expectorante es la tos y el VENTOLÍN puede favorecerla al inhalarlo.