Resfriado común
“El arte de la medicina consiste en entretener al paciente mientras la naturaleza cura la enfermedad” (Voltaire)
Está llegando el otoño. Lo anuncia el calor que ya es menos calor, y la lluvia que ha aparecido, el sol que relumbra menos, los días que se acortan y los cambios de temperatura que se hacen más frecuentes y extremados.
Pero no hay mal que no se acompañe de otro. Y con estos cambios climáticos, para peor, y de estación, llegan los muy fastidiosos resfriados, también llamados catarros nasales o constipados.
Todos los años muchas personas sanas padecen el resfriado. Suele coincidir con cambios atmosféricos o de estación, y en épocas de frío. Es normal que la gente los confunda con la gripe y de ahí que muchas personas digan que han padecido varias gripes en el último otoño-invierno, porque se puede sufrir la gripe y varios resfriados en el mismo año.
Es una infección benigna, aunque con síntomas muy molestos para el paciente. Suele comenzar con rascazón o dolor en la garganta y a continuación estornudos frecuentes, goteo o descarga nasal copiosa y acuosa al principio, y después mucosa, taponamiento nasal, dolor de cabeza, tos e incluso pérdida de apetito y debilidad general. Puede haber unas décimas de fiebre, pero es raro que sea elevada o se acompañe de escalofríos como ocurre en la gripe.
El resfriado común o catarro nasal está causado por un virus que afecta sobre todo al tracto respiratorio superior: mucosa de la nariz, senos paranasales, oídos, garganta y laringe, pero también a la tráquea y a los bronquios. Estos virus predominan en las épocas frías y de cambios climáticos. Existen más de cien tipos diferentes de rinovirus, el virus causante del mayor número de resfriados.
No existe ninguna vacuna para prevenir los resfriados. Algunas medidas como cesar de fumar cigarrillos, alimentarse de forma sana, hacer ejercicio físico adecuado y evitar lugares cerrados y mal ventilados, con aglomeraciones de gente en los meses de frío, pueden ser beneficiosas para padecer menos resfriados. La infección se contagia por los estornudos, la tos e incluso al hablar y el contacto con el virus a través de las manos.
Como el agente causante del resfriado común es un virus, los antibióticos son ineficaces. Estar en ambientes sin humos, evitar los cambios bruscos de temperaturas y hacer reposo mayor de lo habitual si uno tiene síntomas generales como cansancio y fatiga son medidas beneficiosas. La utilización de un spray nasal descongestionante en el inicio de los síntomas, cuando el goteo acuoso y la congestión de la nariz son los síntomas principales, puede ser adecuada pero solo debe emplearse unos pocos días porque podría ocasionar una rinitis medicamentosa que agravara de nuevo la sintomatología. Con mucha frecuencia las personas que sufren un resfriado se quejan de que este les ha “bajado” a los bronquios y solicitan del médico algo para “cortar” la incómoda tos. No hay medicamentos eficaces para la tos. La tos está causada por la inflamación de la tráquea y de los bronquios o por el goteo de secreciones desde la nariz a la garganta, e irá cediendo a medida que se vaya curando la inflamación, y aunque en un principio es muy molesta y aburrida por ser habitualmente seca, posteriormente tendrá un efecto beneficioso ayudando a eliminar las secreciones bronquiales con la expectoración. Una serie de remedios “caseros” con mezclas de diversos tipos de bebidas calientes, entre las que casi nunca falta la miel, pueden tener un efecto placebo y ayudar al paciente a llevar con más entereza estos síntomas tan latosos. Algún medicamento suave que tenga acción analgésica y antitérmica puede resultar beneficioso para algunos pacientes.
Es también habitual escuchar a los enfermos “esto me quedó de un catarro mal curado”. Es cierto que los resfriados pueden causar complicaciones y, si no son diagnosticadas correctamente y tratadas adecuadamente, pueden quedar secuelas crónicas. Las complicaciones más frecuentes son las sinusitis y otitis (esta última afecta sobre todo a los niños). Además, el resfriado común es la causa más frecuente de agravamiento de los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica tabáquica.
Las recomendaciones pueden variar para una u otra persona, ya que no hay dos pacientes exactamente iguales, por lo que siempre es importante buscar el consejo de un médico familiarizado con la situación individual del enfermo, pero aún así me aventuro a darlas: 1) No es necesario acudir al médico si los síntomas indican que se trata de un resfriado. La consulta médica puede conllevar la prescripción de medicamentos -antibióticos, antitusígenos, expectorantes, etc.- ineficaces para el resfriado común y con potenciales efectos desfavorables; 2) si los síntomas locales y generales del resfriado no desaparecen o mejoran en una semana se debe consultar con el médico para descartar complicaciones, y 3) el único remedio que cura el resfriado común es el paso del tiempo, que al que lo sufre le parece interminable.
En el resfriado común o catarro nasal es la naturaleza la que cura la enfermedad. El arte del médico no consiste en entretener al paciente, como decía el genial Voltaire, recomendándole medicamentos inútiles sino diagnosticarle, informarle y tranquilizarle.
El resfriado común afecta a los niños con mucha mayor frecuencia.
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