“No es la mejor manera de tratar a los enfermos que un médico ignorante acumule remedios sobre remedios” (Erasmo de Rotterdam)
Alguna vez dije que un médico nunca tendrá problemas por prescribir de más, es decir, por prescribir medicamentos innecesarios. Y medicamentos innecesarios no quiere decir que no puedan ser peligrosos, es decir que no puedan causar efectos adversos, incluso serios, graves. Cuando un médico prescribe incorrectamente, innecesariamente, muchos pacientes y familiares, la mayor parte de las veces, no se enteran. Se enteran más o menos según su nivel formativo. Los de mayor nivel preguntan más. Muchos pacientes, todavía hoy, creen que si un médico le prescribe un medicamento es porque lo necesita. Y esto no es verdad. Se prescriben muchos medicamentos innecesarios, muchas veces por no haber entrevistado y examinado correctamente al enfermo —decía William Osler, uno de los mejores médicos del siglo pasado: si escuchas al paciente, él te está diciendo el diagnóstico—, y/o haber realizado un mal diagnóstico, y algunas, por una relación inapropiada con las compañías farmacéuticas. Siempre me viene a la mente el paciente que se presentaba en una sesión patológica, al poco de llegar al hospital Marqués de Valdecilla, en Santander, fallecido por una aplasia de la médula ósea porque un médico le había prescrito incorrectamente el antibiótico cloranfenicol para tratar su cólico nefrítico.
Estos días he sentido en alguna ocasión la presión de familiares, y también de algún paciente, para que prescribiera antibióticos para la gripe y para la bronquitis aguda. A veces, en estos casos te entran ganas de tirar la toalla, cerrar los ojos, y recetarlos.
Estas situaciones me hacen recordar a don Juan García Lema, el médico de cabecera del ayuntamiento de Carnota, con el que estuve dos meses en su consulta al terminar la carrera en la década de los 70 del siglo pasado, el mejor médico que he conocido y he conocido muchos. Cuando venía algún enfermo con bronquitis aguda, le recetaba un jarabe (los jarabes, “medicamentos inocentes”, como los denominan los neumólogos mejicanos, porque no hacen bien pero tampoco hacen mal y entretienen al enfermo) y cuando se marchaba me decía: “Te encontrarás con pacientes que te pedirán que les cures la tos de la bronquitis aguda ya, y no entenderán que no dispongas de medicamentos para curarla, que solo la cure el tiempo”. Tampoco curamos la tos de la gripe, también causada por virus como la bronquitis aguda. Para curar la tos hay que curar la enfermedad que la causa. Además, la tos suele durar más en las personas nerviosas.
Hace unos días consulté a un paciente que tenía bronquitis aguda. Estaba muy intranquilo, porque decía que nunca había tenido una tan fuerte, que nunca se había encontrado tan mal. Había ido un día antes a un servicio de urgencias de un hospital privado, le habían realizado una radiografía de tórax, y le habían recomendado un corticoide inhalado y acudir a un neumólogo porque les parecía que la radiografía de tórax no era normal. Le dije, después de entrevistarlo y examinarlo, que tenía una bronquitis aguda, que los síntomas son muy molestos pero que como está causada por virus no funcionan los antibióticos. Que lo que mostraba la radiografía de tórax era una lobulación diafragmática que no tenía importancia. Además, le informé que no están indicados los corticoides inhalados y que esos síntomas tan molestos le irían mejorando con el paso de los días. Me dijo que echaba esputos verdes y amarillos, y que como se iba a curar así, sin antibióticos. Le dije que el color del esputo no quiere decir que haya bacterias, que también se dan en las infecciones respiratorias causadas por virus y que el color del esputo depende del mayor o menor número de células inflamatorias (leucocitos). Que conozco bien lo molestos que son los síntomas porque padezco cada año dos o tres bronquitis agudas, que también toso y tengo esputos de ese color, que nunca he tomado un antibiótico y que estoy sano. Le añadí que cada vez que padezco una bronquitis aguda me paso dos o tres noches durmiendo en el sofá para no despertar a mi mujer con la tos. Y que no hay catarros o gripes mal curadas, sino que eso que llama así la gente pueden ser neumonías o sinusitis bacterianas que han complicado a la bronquitis aguda o a la gripe, y esas sí se tratan con antibióticos
A pacientes correctamente diagnosticados de gripe algunos médicos les recomiendan antibióticos. Al ir mejorando los síntomas de la gripe con el paso de los días, los pacientes achacan esa mejoría al tratamiento antibiótico. Cuando vuelvan a padecer otra le pedirán al mismo médico o a otro que se lo recete.
Y en estas andamos durante el otoño, invierno y comienzos de la primavera, épocas en las que los médicos atendemos a más pacientes con bronquitis aguda y gripe.
Casi todos los días se informa en los medios de comunicación que no están indicados los antibióticos en la gripe y en la bronquitis aguda, pero se siguen prescribiendo. No sé decir cuánto influye la presión del enfermo o de sus familiares.
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