OXIMETRÍA NOCTURNA
La oximetría sirve para cuantificar la saturación de oxígeno (SaO2) con la hemoglobina. El porcentaje de saturación será de 98-99% en personas jóvenes y sanas, y se consideran normales cifras superiores a 95%. La SaO 2 desciende en trastornos pulmonares y extrapulmonares; un ejemplo de los últimos es el síndrome de apnea del sueño (Ver Enfermedades).
Un aparato, llamado pulsioxímetro, registrará durante la noche la SaO 2 con la hemoglobina de la sangre arterial y a la mañana siguiente se podrá analizar si ha habido descensos anormales de la misma. Por la noche, con la respiración más relajada, puede haber descensos normales de la SaO 2 del 1 o 2%. Caídas superiores a 3 o 4% se consideran anormales.
El pulsioxímetro también evalúa el número o índice de descensos anormales de la SaO 2 o desaturaciones. Un índice superior a 5-10 por hora sugiere síndrome de apnea del sueño.
Es importante también la forma del descenso de la SaO 2. Una caída en forma de dientes de sierra es sugestiva de síndrome de apnea del sueño o respiración de Cheyne-Stokes y caídas prolongadas sugieren hipoventilación o enfermedades pulmonares crónicas, y podemos encontrarlas en personas muy obesas, pacientes con enfermedad pulmonar crónica tabáquica y cifoescoliosis.
Antes de colocar el sensor o dedil del pulsioxímetro es conveniente limpiar el dedo con alcohol de 70º. Las uñas no deben ser artificiales, ni muy largas, ni tener laca, ya que podrían causar errores en el registro.