Medicamentos para respirar mejor

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Medicamentos para respirar mejor

MEDICAMENTOS PARA RESPIRAR MEJOR

 “Cuando no puedes respirar no hay nada que importe más” (American Thoracic Society)

“El mejor médico es el que conoce la inutilidad de la mayor parte de las medicinas” (Benjamin Franklin).

“El mejor medicamento para respirar es el diagnóstico correcto de la causa que trastorna la respiración”

 

ENFERMEDADES AGUDAS MÁS FRECUENTES QUE PUEDEN CAUSAR DIFICULTAD RESPIRATORIA:

  • Infecciones: Neumonía, gripe, bronquitis aguda, etcétera.
  • Enfermedades pulmonares vasculares: tromboembolia pulmonar
  • Pleurales: neumotórax, derrame pleural

En todos estos trastornos el mejor tratamiento de la dificultad respiratoria es diagnosticar y tratar la enfermedad. Las neumonías se tratan con antibióticos. En la bronquitis aguda y gripe no está indicado el tratamiento antibiótico ya que están causadas por virus; solo debe utilizarse tratamiento sintomático de la fiebre y/o dolor. La tromboembolia pulmonar con anticoagulantes (heparina y anticoagulantes orales), el neumotórax con drenaje torácico o tratamiento conservador (seguir la evolución si es mínimo), y el derrame pleural con drenaje del líquido pleural y tratamiento de la causa que lo produce.

ENFERMEDADES CRÓNICAS QUE CAUSAN MÁS FRECUENTEMENTE DIFICULTAD RESPIRATORIA

  • Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica Tabáquica
  • Asma
  • Fibrosis Pulmonar
  • Cáncer de Pulmón

Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica Tabáquica – El mejor tratamiento de la dificultad respiratoria en esta enfermedad es DEJAR DE FUMAR si el paciente aún fuma, reducir el peso corporal y caminar. También se utilizan broncodilatadores (sprays) de forma regular o “a demanda” si el paciente nota mejoría de la dificultad respiratoria. La única medida que influye en la evolución de la enfermedad es dejar de fumar.

Asma – El tratamiento de la dificultad respiratoria en el asma es con broncodilatadores y corticoides. En el asma agudizada se utilizan los broncodilatadores por inhalación o nebulización y los corticoides por vía oral o parenteral. En el asma crónica se utilizan fundamentalmente los corticoides inhalados (sprays) asociados o no a broncodilatadores de acción prolongada.

Fibrosis pulmonar – Aquí hay varios tipos de enfermedades y alguna de ellas, como la neumonitis intersticial inespecífica, puede responder al tratamiento, con corticoides.

MEDICAMENTOS

Antibióticos – Antes de tomar un antibiótico es conveniente que le pregunte al médico el diagnóstico de su enfermedad. En los resfriados o catarros nasales, bronquitis agudas, y gripes no se deben tomar antibióticos. Esto es lo que sucede habitualmente: el médico prescribe al enfermo un antibiótico por una bronquitis o una gripe y los días siguientes al comienzo, los síntomas se agravan habitualmente, el paciente acude de nuevo al médico para decirle que el antibiótico “no ha funcionado”, el médico le recomienda un segundo antibiótico y el paciente puede creer que este segundo sí ha funcionado, cuando lo que ha pasado es que su proceso ha mejorado por el tiempo transcurrido y no por el segundo antibiótico… Y para el año el médico y el paciente vuelven a hacer lo mismo y los únicos beneficiados son las compañías farmacéuticas que venden los antibióticos. El paciente incluso puede salir perjudicado por algún efecto adverso que incluso puede ser serio. Los antibióticos están indicados en la infecciones pulmonares o neumonías.

Antitusígenos – El mejor tratamiento de la tos es diagnosticar correctamente la enfermedad. En el síndrome tusígeno de vías respiratorias altas se pueden utilizar antihistamínicos de primera generación y su efecto beneficioso no es en la infección sino causando somnolencia y disminuyendo la tos tan molesta. La codeína o dextrometorfano pueden tener algún efecto antitusígeno actuando a nivel del sistema nervioso central.
Expectorantes y mucolíticos– Nunca se ha podido demostrar de una forma científica que estos medicamentos beneficien la expectoración. El mejor expectorante es la tos y el VENTOLÍN puede favorecerla al inhalarlo. Tampoco se ha demostrado que beber mucha agua sea más beneficioso que beber según la sed que uno tenga para expectorar más y más fácilmente.

 

 

 

2019-09-17T15:41:29+00:00 17 / 09 / 2019|Consejos, Tratamientos|