LA DIETA HIPOCALÓRICA –COMER MENOS- ALARGA LA VIDA AUNQUE SE EMPIECE TARDE
Reducir la ingesta de calorías alarga la vida de los ratones en un 40 por ciento. En humanos, el efecto ansiedad de comer menos es apreciable incluso cuando el hábito se inicia a edades muy tardías. Investigadores estadounidenses buscan fármacos que imiten el efecto
Nunca es tarde. Reducir la ingesta de calorías en las últimas décadas de la vida también tiene beneficios para la salud y la longevidad, según una investigación presentada en la Reunión de la Sociedad de Biología Experimental, en Glasgow (Reino Unido).
Bien es cierto que cuando la restricción de calorías se inicia a una edad tardía ya no puede prevenir el daño celular asociado al envejecimiento, pero todavía es capaz de estimular al organismo para que elimine las células dañadas con potencial de malignidad y de propiciar la regeneración de neuronas o miocardiocitos.
El hallazgo, que ha constatado Stephen Spindler, de la Universidad de California en Riverside, ha llevado al equipo a buscar moléculas capaces de imitar este efecto de longevidad. Para ello han desarrollado una técnica que sistematiza y agiliza el cribado de moléculas. El objetivo es encontrar una molécula capaz de obligar a las células precancerosas y cancerosas a que se suiciden y que sean reemplazadas por células nuevas y sanas.
El método de cribado desarrollado por el grupo de Sindler analiza los patrones de expresión genética que son inducidos por dietas bajas en calorías y selecciona las moléculas que imitan estos cambios.
Un candidato
Uno de los fármacos candidatos, que ya se emplea para la diabetes, parece producir muchos de los efectos beneficiosos de la dieta hipocalórica. Sin embargo, todavía hay que asegurarse de que las personas sanas se pueden beneficiar de él, pues quizá, si se toma de porvida, incluso una pequeña toxicidad podría interferir en sus efectos beneficiosos cuando se mantiene en el tiempo. Los fármacos en cuestión son los que actúan sobre la vía del factor de crecimiento IGF-1.
Investigaciones previas habían demostrado que los ratones podían vivir hasta un 40 por ciento más si consumían menos calorías, aunque con una dieta nutritiva. Parece ser también que es la cantidad de calorías, y no el tipo de comida, lo que influye en el proceso de envejecimiento.
RETARDANDO EL ENVEJECIMIENTO PROTEICO
La degradación proteica es una causa determinante del envejecimiento celular, siendo la glicolización uno de los procesos responsables de esta. Consiste en el ataque de los azúcares frente a ciertas proteínas necesarias para un correcto funcionamiento del organismo. En la protección natural frente a este proceso intervienen enzimas como la Glycoxalasa 1, cuyos niveles disminuyen con la edad.
Diario Médico, 4/04/2007