SEGÚN PAULINO CASTELLS, EXISTE SOBREDEMANDA

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SEGÚN PAULINO CASTELLS, EXISTE SOBREDEMANDA

«Vivimos en una sociedad medicalizada en exceso»

Paulino Castells, especialista en neurología, psiquiatría y pediatría, considera que muchos de los niños que son etiquetados con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) son sólo «niños inquietos» y muchos en realidad no necesitan tratamiento farmacológico.

Karla Islas Pieck. Barcelona – DIARIO MÉDICO. Jueves, 13 de enero de 2011 

El tratamiento farmacológico es muy útil para mejorar algunas enfermedades psiquiátricas como la depresión mayor o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH); no obstante, hay muchos pacientes a los que se les prescriben medicamentos cuando en realidad no los necesitan, ha comentado Paulino Castells, especialista en Pediatría, Neurología y Psiquiatría y profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Abat Oliba.

Muchos problemas tienen una etiqueta de enfermedad y una ‘pastillita’ para mejorarlos: si se está triste, ansioso o se duerme mal…

A su juicio, «vivimos en una sociedad medicalizada en exceso, en la que todos los problemas tienen una etiqueta de enfermedad y una pastillita para mejorarlos. Que si se está triste, que si ansioso, que si se duerme mal, que si la vida sexual no es satisfactoria: para todo hay una pastilla», ha enumerado.
En su opinión, una gran parte de estos casos llegan a las consultas de atención primaria y a los especialistas en patologías mentales y en muchas de las ocasiones los pacientes salen con una receta en la mano, cuando con un cambio en su alimentación o en otros hábitos cotidianos hubieran podido mejorar considerablemente.

En ocasiones son los propios pacientes los que demandan los fármacos; parece que si no salen con una receta no se les ha tratado bien

En esta situación tienen parte de responsabilidad los propios pacientes, que en muchas ocasiones son los que demandan los fármacos: «Parece que si no salen con un medicamento no se les ha tratado», ha comentado Castells.
Según su experiencia, muchos menores que son etiquetados como pacientes con TDAH sólo son «niños inquietos» y ha recordado que en una ocasión, hablando con su colega Luis Rojas Marcos, profesor de Psiquiatría de la Universidad de Nueva York, bromeaban al decir que «seguramente a nosotros nos hubieran diagnosticado de TDAH y nos hubieran medicado, pero aquí estamos y no nos ha pasado nada».
Ha insistido en que «los psicofármacos son muy útiles y eficaces cuando se requieren», pero es necesario delimitar bien la frontera para saber cuándo son realmente necesarios y cuándo no.
Ha señalado que, además de la yatrogenia que se puede causar a los pacientes, es un gasto en salud: «No tiene sentido hablar de copago cuando se están gastando millones de euros en medicamentos que no son necesarios; es momento de desactivar esta dinámica».

También en los geriátricos

Paulino Castells, especialista en Neurología, Psiquiatría y Pediatría, acaba de publicar el libro Queridos Abuelos (Ediciones CEAC), en el que relata, en primera persona, la experiencia de convertirse en abuelo y ofrece una visión sobre el hecho de hacerse mayor y afrontar los cambios en el cuerpo y el metabolismo que ocurren durante este proceso. También habla sobre el papel y la importancia de los tratamientos dietéticos como parte de la estrategia de prevención y abordaje de los trastornos cognitivos. Ha insistido en que la geriatría también está altamente medicalizada y en muchas ocasiones se dejan de lado factores tan importantes como la alimentación o el ejercicio, que forman una parte fundamental del tratamiento a modo de terapias complementarais. Ha citado las palabras del neurólogo Stephen Hause, especialista en esclerosis múltiple, que señala que «la diferencia entre el hombre y otras especies es el deseo de ingerir fármacos». A su juicio, médicos y pacientes deben colaborar para cambiar esta inercia.

Comentario de un lector
Como profesionales sanitarios debemos reconocer nuestra parte de responsabilidad en este problema. La población curaba sus problemas banales en casa con una infusión de hierbas y reposo. Luego llegó la extensión de la atención primaria y los programas de salud, más tarde la atención a los factores de riesgo y de preriesgo Por otro lado, los intereses de la industria farmacéutica y los medios afines colocan los fármacos y la tecnología en el centro de la atención creándose falsas expectativas.

2017-01-23T12:02:05+00:00 01 / 01 / 2011|Actualidad|