PORQUE LA MUERTE NO DEBIERA SER EN BALDE

Inicio/Opinión/PORQUE LA MUERTE NO DEBIERA SER EN BALDE

PORQUE LA MUERTE NO DEBIERA SER EN BALDE

Lois Blanco. La Voz de Galicia, 19 de julio de 2009

Un padre pluriempleado que no ve despierta a su hija le hace un nudo en la sábana cuando vuelve a casa cada noche y otro cuando se va al amanecer. Al despertar, la niña sabe que su padre ha estado allí y que le ha dado dos besos porque hay dos nudos, aunque no importa cuál es el de la noche y cuál el de la mañana. En la incubadora de Rayan había dos vías para administrar al neonato alimentos o medicamentos a través de la sangre o por sonda nasogástrica, pero a pesar de ser vital cuál es cuál resulta que ambas tienen el mismo mecanismo de conexión para así facilitar que un día alguien se equivoque.
Muerto Rayan, la única conclusión del informe de la inspección médica consiste en que se elabore una normativa para que los mecanismos de administración por vía enteral o parenteral en las UCIS no sean compatibles, impidiendo que se repita el error de la enfermera que envió por vena al corazón lo que debía ir al estómago. A los padres que hemos tenido hijos en neonatos se nos pone un nudo en el estómago con ese informe: en una incubadora puede haber un error que, en cambio, es imposible cometer al montar en casa una estantería de Ikea, porque los tornillos de las baldas no son compatibles para atornillar los paneles laterales.

El informe del avestruz
Si las avestruces supieran escribir harían un informe de la muerte de Rayan muy similar al oficial: esconder la cabeza y los fallos del sistema sanitario culpando a una enfermera novata y a la compatibilidad de las conexiones para suministrar al paciente por vía enteral o parenteral. ¿De verdad solo ha pasado eso? ¿O es que la Sanidad tiene unos agujeros negros que no están en la agenda de los políticos?
¿Por qué una enfermera inexperta acaba en un servicio extremadamente sensible como una UCI de neonatos en una sustitución de vacaciones?
¿Por qué en este país los lobbies sindicales deciden los criterios de elaboración de las listas de sustituciones de enfermería, primando la antigüedad sobre los conocimientos?
¿Por qué hace falta tener un carné para conducir motos, otro para coches, otro para camiones, pero no hay especialidades en enfermería a pesar de aquel decreto del 2005 que las creó pero no las desarrolló?
¿Por qué las administraciones y los gerentes de hospitales públicos ocultan unos datos de absentismo laboral del personal sanitario superior al 15% que multiplica las necesidades de rotación y de contrataciones temporales, y que obligaría a un ERE forzoso a cualquier empresa privada que tuviera que soportarlo?
¿Por qué la supuesta octava potencia mundial tiene un déficit de enfermeras superior al de la ex república soviética de Letonia?
¿Por qué en esta potencia planetaria hay territorios como Galicia, en el que harían falta más de 5.000 plazas más de enfermería según la OMS, mientras que Navarra está por encima de la media de la UE por su singular autonomía foral?
¿Por qué y para qué tenemos un Ministerio de Sanidad si todas las competencias y las decisiones están transferidas y divididas en diecisiete taifas autonómicas?
¿Por qué hay políticos tan sumamente gañanes que hasta hace bien poco convertían en un síntoma de modernidad que los ingleses acudieran a las escuelas de enfermería de Ferrol, A Coruña u Ourense a fichar jóvenes recién diplomados, cuando faltan aquí?

Vueltas en la noria de una jaula
El caso de la niña Mari Luz y el pederasta que la mató por estar libre en vez de cumpliendo en la cárcel las sentencias a las que había sido condenado desencadenó un terremoto en el sistema judicial, con amagos de huelga de jueces incluidos. Si Rayan no fuese hijo de la primera embarazada fallecida de gripe A en España, Dalila Mimouni, su muerte por negligencia sería un fondo de página en secciones locales de los periódicos de Madrid, y el oportunista rey de Marruecos no fletaría ningún avión para trasladar el féretro. Sin embargo, la popularidad del caso y la atención mediática de la tragedia constituyen una oportunidad para romper con las agendas interesadas de unos políticos más preocupados en mirar de lo suyo que en resolver los problemas de todos.
La Sanidad, como la Justicia o la Educación, son prioritarias. Pero no sea demasiado optimista. A la vuelta del verano, en el Congreso resonarán las mismas patochadas y los mismos insultos de siempre. Mientras tanto, miles y miles de enfermeras continuarán haciendo sustituciones por bajas y vacaciones en un sistema deficitario y viciado que no respeta las especialidades, dando vueltas por hospitales como un hámster en la noria de su jaula.

2017-01-23T14:52:18+00:00 01 / 01 / 2009|Opinión|