PRUEBAS CUTÁNEAS ALÉRGICAS (PRICK TEST)
La realización de pruebas cutáneas alérgicas consiste en la introducción de pequeñas cantidades de antígenos sospechosos de estar relacionados con el agravamiento del asma o rinitis, después de haber realizado el médico una detallada historia clínica al paciente, mediante una escarificación en la piel con una lanceta.
A los 15 o 20 minutos ya pueden leerse los resultados, que consistirán en abultamientos o habones de la piel, a veces con pseudópodos, cuando son positivos. El técnico o enfermera medirá y anotará el diámetro de los mismos.
La realización de pruebas cutáneas alérgicas no tiene complicaciones y solo, si la reacción es positiva, puede causar picor y dolor en la zona donde se inyectaron los antígenos.
Un 20-25% de las personas sanas tiene pruebas cutáneas positivas a distintos alergenos. Por eso son más importantes los datos obtenidos al realizar la historia clínica que los resultados de las pruebas cutáneas alérgicas.
Los enfermos con asma o rinitis que empeoran con la exposición a alergenos como los dermatophagoides (ácaros) del polvo de casa o pólenes deben ser tratadas de la misma forma que los demás pacientes, con fármacos antinflamatorios. Y evitar en lo posible la exposición a los alergenos sospechosos de agravar estas enfermedades.
No está justificado realizar posteriormente pruebas cutáneas alérgicas ya que la buena respuesta al tratamiento antiinflamatorio no modifica los resultados de las mismas.
En las guías de tratamiento del asma internacionalmente aceptadas no se considera indicado el tratamiento con inmunoterapia (“vacunas”).